Sin duda alguna, la pandemia del Covid-19 ha dejado un profundo impacto en varios aspectos de nuestras vidas. En parte esta situación se debe a la incidencia del virus en el desarrollo de infecciones pulmonares que complican la salud del paciente. Si hay sospecha de que un paciente padezca la enfermedad, o bien si ya la tiene o se está recuperando, es posible que los especialistas indiquen que se practique una radiografía de tórax.
A continuación te hablaremos sobre la importancia de la radiografía de tórax en los tiempos actuales para hacer seguimiento al COVID-19, así como el proceso del estudio y todas las consideraciones que debes tener antes y después de hacerlo, así como dado caso de presentar riesgos.
La radiografía de tórax es ideal para detectar si hay presencia de infecciones en los pulmones, así como obstrucciones sanguíneas en la zona, evaluar las glándulas mamarias y patologías del corazón. Y es que esta parte del cuerpo comprende desde la conexión del cuello hasta el abdomen, donde hay muchos órganos importantes.
Ahora bien, una radiografía de tórax puede ayudar al estudio del estado de salud de esos órganos porque los haces de rayos X son capaces de viajar por los materiales internos del cuerpo: los huesos, tejidos y órganos para reproducirlo en las imágenes que vemos finalmente.
Destacando que es un proceso indoloro con dosis de radiaciones controladas para que se realicen las veces que sean necesarias en el tórax.
De ahí que con este estudio de imagen el médico podrá saber si tu dolor en el pecho o fallas respiratorias están asociadas a pulmonía o neumonía, existencia de tumores, fracturas, enfisema o acumulaciones de aire, líquidos, colocación de dispositivos médicos o problemas cardiacos. El estudio no solo es útil para el diagnóstico, sino para evaluar la evolución de una enfermedad o patología.
Dependiendo del centro de salud, pueden indicarte que subas a una mesa, te sientes o te mantengas de pie para hacer la toma de las imágenes solicitadas. Para ello debes quitarte la ropa del torso (te darán una bata desechable) y remover las joyas o accesorios metálicos que tengas, puesto que pueden interferir en la calidad de los resultados y tendrías que repetirlo.
Normalmente cuando el médico desea evaluar ciertos padecimientos, puede indicar que suministres a tu cuerpo antes del estudio algún contraste por vía oral o intravenosa, siendo el más común para el caso del tórax el yodo ya que permite aumentar el flujo sanguíneo. Este compuesto es inerte, solo debes indicar al especialista si eres alérgico.
Importante resaltar que el proceso de la radiografía de tórax es indoloro, y que debido a los avances tecnológicos los riesgos asociados por los haces de rayos X son mínimos. Actualmente los equipos de imagenología permiten controlar las dosis de radiaciones para que la exposición sea controlada y se puedan hacer los estudios las veces que sean necesarias.
Para esta parte del cuerpo la Sociedad Radiológica de Norteamérica indica que la radiación es de 0,1mSv, lo que equivale a una exposición natural al sol de 10 días. Por ello, no debes temer al estudio, sino que es mejor aprovechar las ventajas de la radiografía de tórax para tratar y controlar una posible enfermedad pulmonar o cardíaca, ya que estudios como la tomografía computarizada implican mayor cantidad de radiación de hasta 3 años (8mSv).
En efecto, si no hay necesidad de que te expongas a radiaciones adicionales, el médico no deberá indicar dichos estudios, lo que además protege el resto del cuerpo durante el proceso. En tal sentido, dependiendo de la frecuencia con que se requiera esta prueba, el especialista podrá proteger tu cuerpo con un delantal plomado u elementos adicionales y más si hay sospechas de embarazo.
Cuando hablamos de radiografías de tórax hay dos posiciones principales del cuerpo. En la posición frontal será necesario que subas los brazos o te coloques las manos en la cintura llevando al mismo tiempo los hombros hacia adelante. Para complementar quizá te pidan que inhales y mantengas el aire unos segundos para que las imágenes sean más nítidas. Esto se debe a que los rayos X reflejan todos los materiales que encuentra en su camino.
Para el caso de la toma lateral tendrás que ubicar tu axila arriba de la placa y también mantendrás la respiración por unos segundos, siendo el mismo procedimiento para ambos lados del cuerpo. Recuerda que no hay dolor asociado durante la radiografía de tórax.
En resumen, la radiografía de tórax muestra tanto a nosotros los pacientes como a los médicos la condición pulmonar, cardiaca y ósea de la zona. Por lo tanto, esta es una de las ventajas más importantes del estudio más cuando se desea llevar un control de patologías detectadas como lo es la neumonía, la cual está estrechamente relacionada con el Covid-19.
Gracias a esta rápida y eficiente prueba, la población del mundo ha podido combatir problemas pulmonares originados por el coronavirus, así como hacer un seguimiento posterior para verificar que todo está en orden. Esto es verdadero a pesar de la existencia y aprobación de las vacunas.
Es importante notar que en caso de sospecha de Covid-19, o durante o después de haber padecido la enfermedad, el médico podría indicar estudios adicionales, como una tomografía computarizada de tórax. Este estudio tiene mayor sensibilidad que la radiografía, pero su costo es mayor.
Sin embargo, la radiografía de tórax sigue siendo la primera prueba indicada en los pacientes con sospecha o confirmación de tener esta enfermedad debido a su disponibilidad, confiabilidad y bajo costo.
Es importante notar que lo óptimo es acudir a hacerse el estudio en un laboratorio o clínica que garantice la desinfección y sanitización del espacio, para evitar riesgos tanto para pacientes como para personal.
Como sucede con otras pruebas clínicas, es posible encontrar falsos positivos o errores en la radiografía de tórax para el diagnóstico o seguimiento del Covid-19. Algunas causas posibles son la mala calidad de la máquina de rayos X, o pechos prominentes que dificulten la interpretación.
Para llegar a un diagnóstico certero, debes seguir las indicaciones de tu médico, que sabrá si debes realizarte pruebas adicionales. Solo el especialista podrá indicarte el mejor tratamiento a seguir.
El médico deberá interpretar tu estudio para saber si lo encontrado se debe a los efectos del virus, o si hay condiciones secundarias o previas que debes atender. Asimismo, los resultados pueden variar dependiendo del día de evolución de la enfermedad. Por ello debes comunicar a tu médico con detalles cuáles son tus síntomas para planear adecuadamente la realización de la radiografía de tórax.
Desde el inicio de la pandemia por Covid-19, los médicos han acordado clasificar los hallazgos como típicos, indeterminados, atípicos o negativos. Siempre es una buena práctica tomar en conjunto los hallazgos de otras pruebas, así como el historial clínico de cada paciente. Así que sin importar qué dice el informe de tu estudio, solo el médico podrá indicarte qué pasos seguir.
Típicamente, recibirás los resultados e interpretación de tu radiografía de tórax entre uno y tres días después del estudio.
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