El perfil de lípidos es un grupo de exámenes de laboratorio que los médicos suelen solicitar para determinar los niveles de lípidos en la sangre, así como el colesterol y los triglicéridos, cuya alteración está relacionada con las enfermedades cardiovasculares.
El colesterol es una de las grasas más importantes para el cuerpo humano que se divide en: el colesterol bueno (HDL), el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos, que son un tipo de grasas pertenecientes a la familia de los lípidos. La presencia excesiva de estos componentes en la sangre puede traer consigo múltiples problemáticas en la calidad de vida de quien los presenta.
El perfil de lípidos sirve como parte de una escala de valoración del riesgo cardíaco que tiene una persona para desarrollar una enfermedad cardíaca y guía para la toma de decisiones sobre el tratamiento más recomendable, en función de que el paciente presente un riesgo límite, intermedio o alto.
Los resultados del perfil de lípidos se consideran en conjunto con otros factores de riesgo cardíaco para orientar el tratamiento y seguimiento. En función de todos ellos, se plantean distintas alternativas terapéuticas que incluyen cambios en el estilo de vida como dieta y ejercicio físico.
Estos análisis son de mucha utilidad a la hora de dar un diagnóstico clínico, pues ayudan a reducir el riesgo de enfermedades en el paciente o a la prevención de padecer enfermedades derivadas de niveles altos de grasa en la sangre.
En muchos casos, estos análisis también funcionan como un control de diferentes enfermedades cardiovasculares.
Por lo general, solo vamos al médico cuando estemos enfermos y solo en esas ocasiones accedemos a realizarnos análisis clínicos. Este no es el caso. Los exámenes médicos regulares son esenciales para comprender el estado de salud general y la detección temprana de cualquier enfermedad que aún no haya presentado síntomas. El examen incluye múltiples pruebas y análisis clínicos.
¿Con qué frecuencia necesita un examen médico? La frecuencia la determina el médico en función de la salud de cada persona, su historial de enfermedades y sus antecedentes familiares.
Como regla general, los adultos sanos deben controlarse al menos cada 2 años. Para las personas con riesgo de padecer alguna enfermedad (fumadores, colesterol, obesidad, sedentarismo …), esta frecuencia se reduce a un año. Al mismo tiempo, es normal que los pacientes con enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión se realicen un examen físico al menos cada 6 meses como tiempo mínimo.
Es importante que para hacerte este tipo de estudios clínicos sigas algunas recomendaciones que ayudarán a mostrar tus verdaderos niveles de grasa, pues muchas veces los mismos hábitos de nuestra vida cotidiana los que propician estos niveles altos.
Para realizarte este tipo de pruebas, es necesario que guardes un ayuno de entre 8 a 12 horas antes del análisis, no ingerir sustancias, alcohol u otro tipo de sustancias nocivas al cuerpo y en caso de tomar algún tipo de medicación, es necesario informarlo al médico, pues dependiendo del medicamento puede llegar a influir en el resultado.
Esperemos que este artículo te haya sido de gran ayuda y conozcas más sobre el perfil de lípidos
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