Casi todos los médicos concuerdan en hacer un electrocardiograma una vez que un paciente muestra dolor en el pecho o complejidad para respirar, más que nada, en esas personas que poseen patologías cardiológicas conocidas.
Si usted es una persona sana, no se necesita desarrollarse a menudo un electrocardiograma si no se siente nada.
Aun cuando es aconsejable tener por lo menos un ECG/EKG llevado a cabo para lograr equiparar si presenta indicios cardiacos en el futuro.
Una vez que se muestran ciertos de los próximos indicios, se debe presentarse a su doctor frente a la sospecha de exponer alguna patología de causa cardiaca. Es recurrente que en dichos casos se solicite un electrocardiograma.
Usted puede necesitar un electrocardiograma si tiene indicios de una patología del corazón, como:
El electrocardiograma (ECG) es una prueba diagnóstica que se basa en el registro, por medio de herramientas especiales, (electrocardiógrafo) de la actividad eléctrica del corazón regular y del que muestra alguna enfermedad. Además, constituye una de las técnicas más relevantes para el razonamiento y la valoración de la mayor parte de las cardiopatías. Asimismo, la electrocardiografía da una ayuda inestimable para el diagnóstico del aumento de las diversas cámaras cardiacas (aurículas y ventrículos). En muchas situaciones, el diagnóstico de una cardiopatía connatural se sabe desde el trazado gráfico característico de ésta. Por cierto, el ECG aporta datos relevantes para la valoración superior al 80% de las cardiopatías.
El ECG tradicional de 12 derivaciones consta de 6 derivaciones periféricas y 6 derivaciones torácicas. Las 6 derivaciones periféricas se obtienen de la colocación de 4 electrodos en los brazos (muñeca) y las extremidades (región pretibial), en lo que las derivaciones torácicas o precordiales se obtienen por medio de la colocación de los que corresponden electrodos en las localizaciones preestablecidas.
Debería comunicarse con el individuo que se le va a hacer un ECG, explicándole que los electrodos no conducen electricidad y que el método es inofensivo.
Para proceder al registro, se debería poner el individuo en decúbito supino sobre una área horizontal.
Remárquese al individuo el valor de que mantenga plenamente quieta a lo largo del ECG, debido a que cualquier desplazamiento puede interferir las señales registradas.
Los electrodos de los miembros se fijan entre la dermis del individuo y el electrodo se sitúa en un gel o pasta conductora, o bien solución salina. Los electrodos tienen que posicionarse en la parte interna de los antebrazos y las extremidades; en caso de que no se puedan situar en estas regiones, sirve cualquier parte de la extremidad. los cables conectados a los electrodos poseen un código de color que frecuenta estar indicado en el propio artefacto, debiéndose respetar estas normas.
La conexión de los electrodos no debería estar sujeta a tensión. Debería evitarse que el cable se encuentre doblado o retorcido.
El paciente que va a someterse a un electrocardiograma tendrá que informar al especialista sobre los medicamentos que se encuentre tomando.
Además tendrá que evadir hacer esfuerzos o tomar agua gélida justo antes del examen, debido a que puede alterar los resultados.
El electrocardiograma es plenamente indoloro y el paciente no sentirá molestias, solamente tendrá que continuar las normas de respiración que indique el especialista.
Los resultados anómalos en un electrocardiograma se mostrarán con ondas irregulares en la gráfica, y tienen la posibilidad de ser por diversas enfermedades coronarias, como mal en el miocardio, agrandamiento del corazón, arritmias, cambios en el grado de electrolitos, cardiopatía connatural, líquido o inflamación del corazón (miocarditis), riesgo cardíaco insuficiente o ataque cardíaco.
Los peligros de un electrocardiograma son mínimos. Se puede sentir una molestia o irritación leve en la dermis luego de que se retiran los electrodos. No hay ningún peligro de descarga eléctrica. El electrocardiograma no envía ni una electricidad al cuerpo humano. Solamente registra la electricidad.
Los pacientes que hayan sufrido o que sufran alguna patología cardiológica, tienen que llevar un control, por lo menos anual, con un cardiólogo, donde se les frecuenta hacer un electrocardiograma y posiblemente cualquier otro examen.
Si usted padece o ha padecido del corazón y no posee controles periódicos por su especialista, debe consultar a su doctor general para que él determine la necesidad de hacer un electrocardiograma y valoración cardiológica.
Se frecuenta pedir un EKG a la mayoría de los pacientes que vayan a ser intervenidos quirúrgicamente, para descartar que no presente patología cardiológica que incremente el peligro a lo largo de la cirugía
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La información proporcionada en el desarrollo de este artículo es con el fin de mantenerte informado(a) acerca del cuidado de tu corazón. Recuerda que ante cualquier indicio o malestar que interfiera con tu ritmo cardíaco, debes acudir a la realización de un electrocardiograma.